Las estadísticas concluyen que el 95% de la gente mayor desea residir en su propio hogar con el paso del tiempo.
Les gustaría quedarse en su barrio, seguir en contacto con sus vecinos, comprar
en sus tiendas conocidas y continuar con su vida social habitual. El deseo de
envejecer de una manera digna, activa y saludable es común a todos. Ser autónomo y
tener poder de decisión es una necesidad primaria para sentirse bien. Para la tercera edad ir a una
residencia es una opción, pero antes de tomar esa decisión se debería poder prolongar
una vida feliz en los propios hogares.
La asistencia a domicilio, la tele-medicina el tele-servicio y
la adaptación de las viviendas, deberían preceder a la mudanza a una
residencia. Y antes aún tendría que tener lugar la astucia de empezar a diseñar casas para toda la vida. Proponer nuevas
tipologías, nuevas formas de vivir, adelantarse a los sucesos imparables de la
edad, implementar la flexibilidad y la
polivalencia de los espacios en los proyectos es lo que ya se está haciendo desde KAW. Nuestra teoría es que la vivienda debe
estar viva en un proceso continuo de transformación si sus habitantes lo requieren.
Los arquitectos deberíamos ir mucho más
allá de lo que se espera de nosotros, deberíamos ser unos eternos vanguardistas, teniendo en cuenta que construimos espacios para vivir. Y sobretodo deberíamos sentirnos responsables por el aspecto social, sino la arquitectura dejaría de tener sentido.
Video del Workshop "Proyectos Innovativos para la Tercera Edad, Una Arquitectura Cuidadosa"
Auditorio KAW, Van Nelle Fabriek, Rotterdam, NL
Tuve la ocasión de participar en este viaje que promovimos desde Inforesidencias.com, el portal de las residencias geriátricas en España, con la organizacion de la empresa Holandesa Transfer.
ResponderEliminarLa conferencia sobre "casas para toda la vida" fue muy interesante. La idea de flexibilidad y cambio algo muy estimulante. Esperemos que poco a poco las residencias geriátricas y otros servicios para personas mayores vayan adoptando estos criterios. Gracias, Ana Fernandez por una excelente exposición.